NUESTROS POSTRES volver

¡CUALQUIER OPCIÓN ES DELICIOSAMENTE DULCE!

Coca María

Esta coca dulce es uno de los postres más típicos de la Comunidad Valenciana. Se trata de un bizcocho elaborado con ingredientes que  solemos tener en casa, como son la leche, los huevos, el aceite, la harina, el azúcar,el limón y la canela, así como gaseosas azules y blancas.  En Dénia la Coca María es muy característica, siendo costumbre acompañarla de “mistela”.

Aparte de la “mistela”, si preferimos acompañarla de una bebida sin alcohol, es una delicia acompañarlo con horchata fresquita en verano o un chocolate caliente en invierno.

Su elaboración puede parecer sencilla, por sus ingredientes, pero que la coca tenga la esponjosidad idónea y el sabor suave y dulce que la caracteriza requiere experiencia (la primera coca no suele salir bien), un buen horno y mucho cariño.

Este dulce recibe varios nombres dependiendo de la zona de la Comunidad Valenciana donde se elabore:  coca maría, coca boba, coca de “llanda” (Llanda significa hojalata, haciendo referencia al recipiente, molde o bandeja sobre el que normalmente se hornea esta masa) o coca roñosa, todas ellas son el mismo dulce.

Si a la coca maría se le añade en sus ingredientes almendra, se llamará  coca de almendras (en valenciano “coca d’ametla”), también se le puede añadir pasas, o las dos cosas: almendras y pasas, o calabazas, o chocolate, o las dos cosa: chocolate y calabaza,   u otros ingredientes que le den un sabor ligeramente diferente e igualmente sabroso.

Postres de calabaza

La calabaza, ¡Qué gran producto y cuantas recetas tenemos de ella!

La hallamos en la huerta de la comarca de la Marina Alta.  Por ello (al ser producto de cercanía) y porque es realmente sabrosa, es muy consumida en temporada (otoño), ya sea simplemente hervida o en postres como los buñuelos de calabaza, la tarta de calabaza y chocolate, “arrop i tallaetes”, coca de calabaza, etc

 BUÑUELOS DE CALABAZA 

Su origen nos remonta al S. XI por medio de los árabes. Este dulce está hecho con calabaza, harina, agua, levadura, aceite y azúcar.

Este postre es de temporada ya que la mejor época para consumirlo es el otoño por la cantidad de calabazas que tenemos en dicha época del año.

En Dénia hablar de buñuelos es hablar de época de fallas. En Fallas se mezclan los olores de la pólvora, con el inconfundible aroma de los buñuelos. Todo ello acompañado de la música que envuelve nuestra ciudad.

TARTA DE CALABAZA Y CHOCOLATE

En Dénia, la unión de los citados dos productos que suponen una tentación: el chocolate y la calabaza, se refleja en varios postres. Uno: la coca que aparece en otro de los platos típicos del destino y por supuesto, la tarta de calabaza y chocolate que hallaremos en numerosos restaurantes y pastelerías.

Esta tarta también se degusta como  riquísimo postre o merienda.

La mezcla aunque, antes de probarla por primera vez,  pueda extrañar, al ser un postre que no se conoce en otras zonas, no por ello se ha de evitar probarla, ya que sorprende muy gratamente y por ello, es muy popular y demandada.

COCA DE CALABAZA Y CHOCOLATE

Esta  coca es muy  típica  de  Dénia  además de un riquísimo postre o merienda.

El origen de este postre como casi todos los que tenemos es árabe, esta coca que en un principio se elaboraba solo con huevos, harina, calabaza y miel. A lo largo de los tiempos se ha ido amoldando y transformando. Añadir el chocolate a esta coca es un grana cierto ya que el bizcocho en si ya es jugoso y húmedo. El chocolate (negro) le añade a la receta ese punto amargo que equilibra todos los ingredientes.

ARROP I TALLADETES

El Arrop, producto de tradición árabe consiste en la elaboración de un mosto elaborado concretamente de la uva parcialmente deshidratada, se pone en el fuego hasta llegar a un  estado de caramelización de su propio azúcar, una especie de jarabe. Se suelen añadir trozos de otras frutas como las ciruela o el melocotón o calabaza cocida, es lo que llamamos les tallaetes.

Lo ideal para elaborar el Arrop es que la uva sea de temporada, así encontraremos mucha más y será dulce y con más zumo.

Flan de café y naranja

El flan tiene su origen en la antigua Roma, el huevo de gallina, que hasta entonces esta ave era salvaje, se empieza a incorporar a la alimentación de los romanos.

El flan elaborado con huevos, leche y miel, cocinado a fuego lento y espolvoreado con pimienta. Qué  curioso con pimienta pero sí ya que el azúcar no apareció hasta la Edad Media.

Es a partir del siglo VII cuando esta receta empieza a extenderse, llegando a Francia y España, pero dando un giro inesperado. Concretamente uno de 180 grados.

Y es que a los franceses se les ocurre el “crème renversée au caramel”, es decir, el flan tal y como lo conocemos hoy día, con una base de caramelo líquido elaborado con azúcar que, tras terminar su cocción y enfriado, se invierte para que este bañe a todo el flan.

A partir de ahí se elabora el flan añadiendo frutas de temporada, se experimenta con las diferentes texturas y sabores, llegando al actual flan con café y naranja.